Unos fieles preguntaron al Padre Espiritual: “¿Padre, cuáles alimentos se nos permite comer en la Cuaresma, y cuáles no?”.
Él comprendió que su preocupación se apegaba al “menú” cuaresmal y descuidaban el espíritu del ayuno que supera meros alimentos de vigilia. Les contestó así:
"La Iglesia recomienda, en esta temporada, tres tipos de alimento que Jesús ha mencionado en su Evangelio. En realidad son alimentos adecuados para cualquier tiempo, pero en la Cuaresma, con mucha más concentración:
1. Dijo el Señor: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Eso es el primer alimento. Sabemos que “toda palabra que sale de la boca de Dios” ha sido escrita en la Biblia. Y por eso nos dedicamos a estudiar la Sagrada Escritura con anhelo y frecuencia.
2. Dijo el Señor: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me ha enviado y llevar a cabo su obra” (Juan 4:34). El mismo Jesús se ha alimentado de “hacer la voluntad de Dios Padre”, y a nosotros que llevamos su Nombre, nos ha enseñado a gustar lo mismo, cada vez que clamemos desde el fondo del corazón: “hágase tu voluntad así la tierra como en el cielo”. Este alimento consiste en llevar a cabo lo que hemos leído en la Biblia.
3. Dijo el Señor: “Mi Carne es verdadera comida, y Mi Sangre es verdadera bebida, el que come Mi Carne y bebe Mi Sangre permanece en Mí y Yo en él.” (Juan 6:55). El tercer tipo de alimento lo buscamos cuando nos reunimos como una familia para comulgar a Aquél, a Quien hemos conocido en las Sagradas Escrituras, y hemos luchado para obrar conforme a su Voluntad.